365 Días

Si 365 días,12 meses,8.760 horas,525.600 minutos,31.536,000 segundos, vamos lo que se conoce por un año entero.

Ya estamos acariciando el final del año 2010, un año en que han pasado tantas cosas buenas y malas en mi vida.

He tenido la mala suerte de perder a dos personas cercanas a mi, la vida es así de injusta o justa, según se mire. Hace 25 años también viví una mala experiencia, en la cual la balanza se puso de mi lado, por desgracia en otros casos no ha sido así. Una de ellas, una de las persona que más he querido en mi vida, mi abuela paterna (yaya). Me cuido como a mis hermanos y mis primos, nos dio todo el amor que pudo y eso si nunca dejó de ser feliz.

Por otro lado una persona, discreta pero a la vez interesante,divertida,siempre feliz, con la intención de hacer feliz a mi madre, su marido Gerardo, la mala suerte hizo que esta primavera nos dejara un mal sabor de boca sin casi dar tiempo a despedirse y despedirnos.

A ellos dos siempre los recordare.

Estoy intentando sacar adelante un negocio con lo que ello supone, con miedos, con mucha pero mucha ilusión, supongo que todo aquel que intenta hacer algo nuevo le pasa lo mismo que a mi tiene la ilusión de empezar y el miedo de arriesgar, pero la adrenalina es la que hace que nos comportemos de una manera u otra.

Un año más encima de una bici, bueno de varias la verdad. Un año, disfrutando de muchos momentos buenos, ya van trece años, se dice pronto, pero todavía me acuerdo aquella bici de paseo BH roja que herede de mis hermanos, también recuerdo esa Peugeot de bmx, que para mi fue la que me entrego esos buenos momentos en el pueblo junto a uno de mis más grandes colegas, Ivan.

Desde aquella BH roja que solo cogía en el pueblo cada 15 días no he dejado de montar, da igual la modalidad que sea, el caso es montar, seguir pasándolo igual de bien, con más ilusión si cabe que la que tiene un niño con zapatos nuevos, logrando nuevas metas, nuevos proyectos en mente, viajes, anécdotas, no todo es bueno, también he pasado malos momentos como todo el mundo que le dedica mucho tiempo a alguna afición, no siempre sale todo como uno quiere, pero se aprende más de lo malo que de lo bueno.

Con mucho trabajo, aunque estemos en época de crisis, pero saliendo adelante poco a poco, viendo que otros se quedan atrás, viendo como mucha de la gente que tengo a mi alrededor lo pasa mal porque no le sale trabajo, viendo como lo que a muchos les ha costado levantar, se viene abajo, viendo algo que nunca había vivido, la crisis, por suerte no estoy en el lado malo de la crisis, esperemos que esto recupere y no sea otro de los que se han quedado en el camino, con muchos proyectos guardados en la mochila sin poder sacarlos adelante por la situación que estamos viviendo.

Por desgracia con enfrentamientos con amistades y familia. No nos engañemos, considero que cada cierto tiempo la gente acaba quemada una de la otra y tiene ciertos rencores (yo mismo no lo voy a negar). Quizá no favorezca la época en la que vivimos, estres, crisis, sociedad, intereses, momento emocionales personales, etc.

El otro día viví dos situaciones en menos de 24 horas en las cuales directa e indirectamente vio como se pueden perder amigos o como puedes llegar a perder a un hermano (sentimentalmente hablando). Todo aquel que me conoce un poquito, sabe que soy una persona cariñosa, alegre, feliz, divertida, versátil, activa.

Cuando vivo alguna situación en la cual la amistad se pierde, cierto es que lo paso mal, el simple hecho de perder a alguien por falta de entendimiento, hace que lo pase mal, que me venga abajo, medite que es lo que no funciona y siempre llego a la misma conclusión que hace que le quite importancia al problema. Siempre pienso que cabe la posibilidad que no pueda perdile perdón a esa persona por culpa de algún infortunio, me refiero al hecho de que quizá le pueda pasar algo malo a esa persona y no haber tenido la oportunidad de pedirle disculpas, de arreglar la situación, lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte, por lo tanto todo lo demás entiendo se tiene que solucionar hablando y volver a coger la amistad con más ganas si cabe.

Un año más, siendo igual de pesado, rayado e impaciente que siempre, si por que los años pasen, hay muchas cosa que no cambian.

Feliz años a todos, un beso a todas y un abrazo a todos. el año que viene nos vemos.

P.D. Seguir una máxima, la felicidad es lo que nos impulsa a hacer todo en esta vida, no intentéis ser buenos, simplemente serlo.

Decisiones

Bueno, esta si os habéis fijado, es mi entrada numero treinta y tres de mi blog.

Hace ya unos meses que tome la mala costumbre de escribir aquí, la verdad que en muchas de esas oportunidades me ha venido bien.

Me refiero a que en este ultimo año, no se muy bien las causas pues en mi cabeza he tenido buenos y malos momentos pero por suerte o desgracia he tenidos más malos que buenos momentos.

Esos malos momentos me hacen aprender más, que los buenos, hacen darme cuenta de como actuar en la vida sobre ciertas cosas, hacen darme cuenta de muchas cosas para hacerme más fuerte y frio hacia ciertas cosas o personas.

La verdad es que llevo todo el día de hoy pensando como escribir lo que a continuación voy a poner en este relato que para mi gusto no es nada divertido.

Creo que ha llegado el momento de poner muchas de las cosas que durante muchos meses me he estado callando, quizá por miedo al rechazo de algunos de mis amigos, quizá porque pensaba que las cosas podrían mejorar.

La situación es la siguiente.

Este año como hace unos cuantos, colaboro en la estación de ski de la Pinilla junto a otros 5 amigos como bien conocéis algunos de mis lectores.

El tema es que después de que la estación cerrara este año su época de bike park, llego el momento de sentarme y pensar si de verdad me merece la pena seguir colaborando con mis amigos allí.

La verdad que allí es donde mejor me lo paso montando en bici, allí veo mucha gente conocida, paso buenos momentos con ellos, disfruto de mi bici de descenso.

Pero después de hacer una valoración y pensar mucho la situación, he tomado la decisión de no seguir colaborando con mis amigos en la estación. Es una decisión que me molesta y me duele, soy la persona de nosotros 6 que más tiempo lleva metido allí intentando hacer algo que al resto le pueda llegar a gustar y disfrutar.

Anécdotas 4

Esta semana os voy a contar alguna anécdota más de mi vida, espero os guste.

Ayer mientras cenaba con un gran amigo mio y su chica, me comentaba ella que cual seria mi próxima entrada. Pues mira tu por donde que ella es quien protagoniza el siguiente relato.

Hoy día 12 de diciembre a altas horas de la madrugada, un grupo de varias chicas y yo, en un garito de un pueblo a 40 kilómetros de Madrid, estamos viendo como pinchaba Guillermo Gil o Shiru Wylliams como lo queráis llamar.

El tema, cerca de donde nosotros nos encontrábamos, había una maquina de dardos que de vez en cuando se iluminaba, era algo molesta la verdad. Bueno, después de estar engañando a la maquina pulsándola para que se apagara y no volviera a iluminarse, en 10 minutos, decidimos ver de que manera poder apagarla. Ahí estaba Irene, chica de metro cincuenta, rubia,más sala que el bacalao, coge la tía sin pensarlo dos veces, se pone a buscar el cable de la maquina infernal. De repente veo que coge un enchufe que colgaba de una pared y según lo desconecta se apaga la maquina, pero también se apaga la mesa de mezclas en la que estaba su novio pinchando, los platos y todo el aparato de música. La tía los primero 5 segundos no se dio cuenta de la situación, según el publico empezaba a darse cuenta de que no había música, nos quedamos todos partiéndonos el culo, la tía claro se dio cuenta del marrón, según se dio cuenta nos dice: ``tranquilos no digáis nada´´, se mete por detrás de la maquina infernal, conecta otra vez el enchufe, vuelve la luz a la mesa y los discos.

No savia donde meterse, allí los que sabíamos el tema no parábamos de reírnos pero madre mía a cuadros se quedo su novio y medio garito cuando de pronto se apaga la música.

Con lo pequeña que es y las que lía la tía.

Manias... Costumbres.

Hola a todos:

Una semana después de mi ultima entrada, os cuento una llena de confesiones.

Me considero un tipo maniático. Me lavo las manos muchas veces al día si veo que me oleen o noto un tacto raro en mis dedos me las lavo.

Todos los días me ducho una o dos veces. Si lo hago dos veces una es por la mañana a las 07:00 y otra por la tarde para salir por la noche.

Siempre me pongo primero el calcetín derecho antes que el izquierdo.

Cuando ceno fuera siempre como primero la guarnición y dejo para el final lo más importante.

Arranco el coche y luego me pongo el cinturón.

Me empiezo a cortar el pelo de lado izquierdo.

Me afeito los viernes.

Me pongo primero el calzoncillo y luego los calcetines.

El reloj en la mano derecha cuando lo pongo.

Primero duermo boca arriba y luego me cambio boca abajo.

Sin pan no como.

Me cambio de camiseta a diario y de muda interior.

El mantel siempre tiene que estar recto.

Me lavo primero el pelo y luego el resto del cuerpo.

Me corto las uñas con corta uñas.

Me lavo los dientes todos los días.

El cuello de las camisetas tiene que quedar justos no dados de si.

Siempre reviso el aire de las ruedas de la bici y de las suspensiones, semana tras semana. Reviso los frenos constantemente.

Primero me pongo la rodillera derecha y el guante izquierdo.

La radio del coche es lo que primero enciendo.

Siempre me pongo mis cadenas de plata cada mañana, es como si saliera a la calle sin calzoncillos.

La manga del abrigo primero la izquierda.

Bueno, me voy a lavarme las manos. Hasta la semana que viene, espero que os guste o por lo menos me conozcáis un poco mejor.