martes, 28 de diciembre de 2010

365 Días




Si 365 días,12 meses,8.760 horas,525.600 minutos,31.536,000 segundos, vamos lo que se conoce por un año entero.

Ya estamos acariciando el final del año 2010, un año en que han pasado tantas cosas buenas y malas en mi vida.

He tenido la mala suerte de perder a dos personas cercanas a mi, la vida es así de injusta o justa, según se mire. Hace 25 años también viví una mala experiencia, en la cual la balanza se puso de mi lado, por desgracia en otros casos no ha sido así. Una de ellas, una de las persona que más he querido en mi vida, mi abuela paterna (yaya). Me cuido como a mis hermanos y mis primos, nos dio todo el amor que pudo y eso si nunca dejó de ser feliz.

Por otro lado una persona, discreta pero a la vez interesante,divertida,siempre feliz, con la intención de hacer feliz a mi madre, su marido Gerardo, la mala suerte hizo que esta primavera nos dejara un mal sabor de boca sin casi dar tiempo a despedirse y despedirnos.

A ellos dos siempre los recordare.

Estoy intentando sacar adelante un negocio con lo que ello supone, con miedos, con mucha pero mucha ilusión, supongo que todo aquel que intenta hacer algo nuevo le pasa lo mismo que a mi tiene la ilusión de empezar y el miedo de arriesgar, pero la adrenalina es la que hace que nos comportemos de una manera u otra.

Un año más encima de una bici, bueno de varias la verdad. Un año, disfrutando de muchos momentos buenos, ya van trece años, se dice pronto, pero todavía me acuerdo aquella bici de paseo BH roja que herede de mis hermanos, también recuerdo esa Peugeot de bmx, que para mi fue la que me entrego esos buenos momentos en el pueblo junto a uno de mis más grandes colegas, Ivan.

Desde aquella BH roja que solo cogía en el pueblo cada 15 días no he dejado de montar, da igual la modalidad que sea, el caso es montar, seguir pasándolo igual de bien, con más ilusión si cabe que la que tiene un niño con zapatos nuevos, logrando nuevas metas, nuevos proyectos en mente, viajes, anécdotas, no todo es bueno, también he pasado malos momentos como todo el mundo que le dedica mucho tiempo a alguna afición, no siempre sale todo como uno quiere, pero se aprende más de lo malo que de lo bueno.

Con mucho trabajo, aunque estemos en época de crisis, pero saliendo adelante poco a poco, viendo que otros se quedan atrás, viendo como mucha de la gente que tengo a mi alrededor lo pasa mal porque no le sale trabajo, viendo como lo que a muchos les ha costado levantar, se viene abajo, viendo algo que nunca había vivido, la crisis, por suerte no estoy en el lado malo de la crisis, esperemos que esto recupere y no sea otro de los que se han quedado en el camino, con muchos proyectos guardados en la mochila sin poder sacarlos adelante por la situación que estamos viviendo.

Por desgracia con enfrentamientos con amistades y familia. No nos engañemos, considero que cada cierto tiempo la gente acaba quemada una de la otra y tiene ciertos rencores (yo mismo no lo voy a negar). Quizá no favorezca la época en la que vivimos, estres, crisis, sociedad, intereses, momento emocionales personales, etc.

El otro día viví dos situaciones en menos de 24 horas en las cuales directa e indirectamente vio como se pueden perder amigos o como puedes llegar a perder a un hermano (sentimentalmente hablando). Todo aquel que me conoce un poquito, sabe que soy una persona cariñosa, alegre, feliz, divertida, versátil, activa.

Cuando vivo alguna situación en la cual la amistad se pierde, cierto es que lo paso mal, el simple hecho de perder a alguien por falta de entendimiento, hace que lo pase mal, que me venga abajo, medite que es lo que no funciona y siempre llego a la misma conclusión que hace que le quite importancia al problema. Siempre pienso que cabe la posibilidad que no pueda perdile perdón a esa persona por culpa de algún infortunio, me refiero al hecho de que quizá le pueda pasar algo malo a esa persona y no haber tenido la oportunidad de pedirle disculpas, de arreglar la situación, lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte, por lo tanto todo lo demás entiendo se tiene que solucionar hablando y volver a coger la amistad con más ganas si cabe.

Un año más, siendo igual de pesado, rayado e impaciente que siempre, si por que los años pasen, hay muchas cosa que no cambian.

Feliz años a todos, un beso a todas y un abrazo a todos. el año que viene nos vemos.

P.D. Seguir una máxima, la felicidad es lo que nos impulsa a hacer todo en esta vida, no intentéis ser buenos, simplemente serlo.

2 comentarios:

  1. ¡Bravo!. Sigues teniendo muy buenas intenciones y muy buen corazón, aunque como tú dices, se te va la fuerza por la boca algunas veces, pero sabes como solucionarlo o enmendarlo.
    Feliz año, sin perder la ilusión, y un besazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias mama sabes que siempre intento ser una persona equilibrada aunque siempre acabe cagandola. Soy joven y por ello pido paciencia, acabare aprendiendo viendo a la gente que me quiere.

    ResponderEliminar