martes, 25 de octubre de 2011

Ventinueve




Una entrada más.

Este martes pasado, cumplí la friolera de 29 primaveras.

Bajo mi punto de vista, muy bien llevados (parece que tengo unos cuantos años menos).

Si, aquí ando, sentado en el sofá de casa, escribiendo unas cuantas lineas sobre mi vida. Veintinueve años de vivencias, momentos, ideas, malos ratos, viajes, experiencias, malas o buenas, sentimientos, sensaciones, dolores, lesiones, risas, lloros, sonrisas, un largo etc.

Estoy en un momento de mi vida en el cual, no se muy bien donde me encuentro, supongo que a todo el mundo le pasa lo mismo alguna vez a lo largo de su vida o en muchos momentos de su vida, pero una cosa tengo clara y es que, quiero seguir siendo el mismo, igual de feliz, igual de alegre, vivo, sonriente.

Habría cosas que quizá cambiaría de mi vida, no todas, pero si algunas, no sobre mi mismo, sino sobre lo que me rodea, sobre lo que he podido elegir. Muchos de vosotros pensareis que soy un tipo con suerte, ya que, vivo solo, tengo dinero en mi bolsillo, una novia que me quiere lo que me merezco y mucho más, salud, muchos amigos que me aprecian, una familia.............. una familia, hago un deporte que me ha dado la gran oportunidad de viajar, conocer gente, sitios, hacer amistades.

Muchos pensareis, que al poner aquí, que habría cosas que cambiaria soy un avaricioso, despota, egoísta, me quejo por lo que tengo, pues si lo hago.

Gracias a los años que tengo y como me han educado, pienso que habría cosas que me gustaría cambiar, me gustaría cambiar la forma de pensar de muchas de las personas que me rodean, de muchos momentos malos por los que paso, muchas sensaciones las cuales no puedo controlar y odio.

No se si me estoy explicando bien. Soy una persona tranquila, que siempre intenta ver el lado bueno de las cosas y el malo, siempre ando pensando como reaccionara la gente ante las circunstancias.

Esta claro que nadie es igual a nadie, que cada uno piensa lo que quiere e intenta hacer lo que quiere, se comporta, actúa como cree correcto.

Muchas veces no nos paramos a pensar como actuamos o como nos comportamos hacemos daño a la gente que nos rodea.

En mis veintinueve años, nunca le he faltado el respeto a nadie alegremente, si lo he hecho ha sido porque ese alguien, se han tomado la libertad de hacerlo conmigo y he decir que en ocasiones me callo lo que pienso porque se que les jode más el silencio que genero en el ambiente que lo que pueda decir. Si, me guardo para mi todo lo que pienso de todos y cada uno que me falta el respeto.

Esta claro que todos en algún momento de la vida nos arrepentimos de alguna cosa que hemos hecho, sino no aprenderíamos de nuestros errores y no los intentaríamos cambiar, quien dice que nunca se ha arrepentido de algo que hizo, miente.

Se que según el momento en el que te encuentres emocionalmente, así actúas, pero hay un factor decisivo que nos diferencia a unos de otros, es saber tomar la decisión correcta, sin molestar a los que tenemos cerca, sin nuestros hechos ni nuestras palabras.

Muchas veces no nos paramos a pensar lo que vamos ha decir o lo que vamos a hacer, eso nos puede traer problemas.

La vida esta para vivirla, disfrutarla, no para destrozarsela a la persona que tenemos cerca de nosotros.

Si, quizá no sepáis porque publico esta entrada, en la cual debería hablar de mis años cumplidos y vividos, pero la razón de este escrito de hoy, es explicaros que en todos los años que llevo recorridos, he intentado comportarme, ser correcto (se que en ocasiones no lo he sido, si dijera lo contrario os estaría mintiendo), pero desde muy pequeño me enseñaron que el que respeta, al que tiene a su lado se respeta así mismo.

Yo no creo en el tema del horóscopo pero voy a coger mi signo del zodiaco, Libra, si ese es mi signo del zodiaco, dicen que por el signo que tienes así eres, pues bien el mio es la balanza, ni lo bueno ni lo malo, ni todo, ni nada, ni mucho, ni poco, intento estar siempre en el medio.

Intento ser una persona equilibrada, razonable, social, pensar lo que hago como lo hago, como lo digo, como actúo para no molestar al que tengo al lado, no me gusta discutir, ni verme en polémicas, me gusta estar siempre en el medio en todo, nunca declinarme en si eso es bueno o es malo, en si estaría bien de una manera o de la otra, seguramente estaría bien de las dos maneras según como lo mire.

Con esta entrada, quiero decir que, uno mismo se forja su vida, su pasado, presente y futuro y si alguien por los motivos que sea intenta cambiarlo o intenta alterarlo, esta muy equivocado. Somos libres, así actuemos, pero eso sí, intentemos no faltar el respeto, tengamos educación, sentimiento.

Mucha gente no ve más allá de sus narices, cuando largan la lengua a paseo no se paran a pensar en que el problema no es sobre quien descargan su rabia, son tan cortos de mente que no se paran a pensar en que quizá la otra persona no lo este pasando bien, ni siquiera la conozcan lo suficiente como para entenderla.

Falta de educación y respeto, es lo que sus padres no les han sabido enseñar, no por ello lo tenemos que pagar los demás.

Señores disfruten de la vida y quien intente hacerlo contrario con ustedes, no le digan nada, solo piensen que son unos pobres infelices que su vida es tan pobre que tienen que amargar la del resto para sentirse llenos. Que mejor manera de vivir y de sentir que dejarles en silencio para que se note la amargura de sus vidas.

Buena semana a todos.

martes, 11 de octubre de 2011

Anécdota




El otro día, me acorde de una anécdota más que me sucedió hace unos años.

Una noche en casa (ya viviendo solo), viví lo que se conoce como `` el parto de los hombres´´, que nombre mas acertado, o tan bien conocido como, ``cólico nefrítico´´.

Porque por la vía urinaria, le da por salir arenilla como granos de arroz (xmdjfafjkajkffhjhjhjdjhkdfhjkdf). Con solo pensarlo, me viene a la mente esa canción que cantábamos cuando eramos pequeños que decía `` que dolor más inhumano que te metan un dedo por el ano``. Es la vez en toda mi vida que he perdido el sentido por semejante dolor ( ya me quede sin sentido otra vez con la bici por calcular mal un aterrizaje).

Bueno, vamos al grano (nunca mejor dicho).

Una noche en casa, termino de cenar y cuando me levanto de la silla, noto un dolor reflejo en el lado izquierdo del abdomen un dolor un tanto raro.

Pensé que serian gases. Me fui a la cama y a las horas me desperté con un dolor inhumano en el mismo sitio donde había notado ese dolor reflejo hacia unas horas.

Me levante fui al baño, vi que no tenia ganas ni de hacer de vientre ni ganas de orinar, pensé, toma esto es una apendicitis de las buenas. Miro en el diccionario, porque sabia que los apéndices se reflejan en el costado contrario en el cual esta la apéndice, al ver que lo que leía se podía corresponder con lo que pensaba, actué, llame a mi madre (vive a 500 kilómetros de mi casa) al ver que no había manera de localizarla, eran las 3 de la mañana, pensé en llamar a mi hermano el mayor que vivía un poco más cerca (10 kilómetros), tampoco estaba localizable. Es que los teléfonos fijos y moviles no sirven cuando uno esta soñando.

Bueno, al ver que no tenia ningún tipo de apoyo por parte de mi familia por la parte moral, me arme de valor y llame al 112.

Por lo menos, ya que no me pueden ayudar que por lo menos me escuchen y me aguanten el mal rato ¿no?.

Llamo al 112 con todo el mal rollo que ellos conlleva. Digo esto porque soy de esos tipos se resisten a ir al medico, solo voy cuando estoy jodido y no veo la luz, si veo la luz, intento sobrevivir antes de ir al medico (yo lo acuso, a que lo pase tan mal de pequeño que como para ir, cada vez que piso un hospital se oscurece mi día).

Bueno, que me pierdo mÁs que las diez - once. Llamo al 112 y me dicen que sino estoy muerto y puedo andar que me valla al centro de salud más cercano. Yo ni corto ni perezoso me visto con lo primero que pillo y salgo a la calle, maldito frió hacia esa noche, además de jodido, con frió. Cojo el coche (el centro de salud no esta lejos pero para ir andando moribundo tampoco esta cerca).

Aparco en la puerta del centro de salud, entro en urgencia me recibe un tipo medio dormido y con un acento, eso no era acento era otro idioma imposible de entender.

Le digo al medico de guardia lo que me pasa y el tío directamente me planta una banderilla en las nalgas sin preguntar.

Yo con banderillas incluida, veo que eso no me quita los dolores, incluso empeoro, le digo al medico que lo que me ha puesto que para que era y me dice el pájaro que lo que tengo es una colitis que lo que me ha pinchado en el body es para ayudara a que se me pase.

Me dice que beba agua y que valla al baño de allí por si me da por tirar toda la cena, que mejor la tire en el baño y no en la consulta.

10 minutos después sigo igual, el medico me dice que marche a casa y que si empeoro que llame otra vez al 112 o que valla a urgencias del hospital que me corresponda.

Me vengo a casa como puedo con el coche, aparco, subo a casa y me tiro en la cama con unos dolores de la ostia.

Al ver que no me puedo ni mover llamo otra vez al 112 y le explico la situación, me comentan que van a enviar a un medico de guardia a mi casa.

Lo único que recuerdo es que cuando me desperté ( perdí el conocimiento por el dolor) estaban llamando al telefonillo, me levante y note que el dolor había remitido. Abrí al medico de guardia y sorpresa cuando llama a la puerta de casa ¿quien era? el mismo personaje del centro de salud, hijo de satanás.

Me dice, pero si eres tu, yo me calle por respeto porque era para hacerle el araquiri al pollo.

Me pregunta si el dolor persiste y le comento que había perdido el sentido y que me acababa de despertar y que no notaba nada, pero que tenia muchas ganas de orinar, saca un bote el pollo y me dice orina aquí dentro.

Me voy al baño, orino en el bote y noto un escozor, le doy el bote y me dice lo que yo pensaba, lo que has tenido es un cólico nefrítico y le digo no lo que pensaba es que tenia una colitis. Me contesta, bueno si pero también tenia en mente el cólico.

Me despacha en dos minutos, me dice vete a dormir y cuando te despiertes te vas al hospital para que te hagan pruebas para ver si tienes restos y para ver que estas bien del todo.

Visite el hospital, perfecto, sin ratro de nada. Pero eso si esa noche no la olvida por nada del mundo.

Bueno espero os guste esta anécdota.

Despedida agridulce





Bueno esta semana otra entrada más.

Año 1993, mi hermano Luis, compra su primera bici de monte. Año 2011, diecinueve años han pasado desde que mi hermano empezara en esto de las ruedas gordas.

Como más arriba he comentado, mi hermano en el año 1993 compró su primera bici de montaña. Una Marin Pine Mountain. Esos fueron sus primeros pasos en el lado oscuro de este largo y oscuro mundo de la bici de monte.

Ha hecho todas las disciplinas posibles con la bici: ralie, descenso, campillo, bmx, calle, enduro.

Ha estado encima de una bici mas de 14 horas haciendo rutas en medio de ninguna parte en los pirineos, has recorrido parte de la zona norte de España con su montura.


Cada Sábado y Domingo salia con ella a rodar, a conocer nuevos sitios, a disfrutar a aprender a montar mejor en su bici de monte. Empezó conociendo gente del mundillo, aprendiendo a la vez que ellos, superándoles con el paso del tiempo, así es él. Un tipo metódico con cada una de las cosas que hace o a la que dedica su tiempo, un tipo minucioso en su vida normal y como no, en el mundo de la bici.

Después de esa primera bici, han venido muchas más con muchas más vivencias, viajes, experiencias, momentos buenos, malo, geniales, heridas, lesiones, ilusiones, objetivos, metas o retos superados.

Gracias a él yo monto en bici, es algo de lo cual nunca dejare de mencionar,( bien orgulloso estoy de ello) me enseño a saber disfrutar de este deporte lo mismo o más incluso que él.

19 años después de comprar su primera bici de montaña, dice un adiós pero con la boca pequeña (espero verle de aquí a un tiempo otra vez encima de otra bici), una lesión de rodilla le deja en el dique seco, de momento.

El, me enseño mucho de lo que se, dejo de entrenar muchos días por enseñarme todo lo que savia sobre el mundo de la bici. Revistas, vídeos, fotos, muchas horas de mecánica invertidas en su caso y en el mio, han hecho que pasemos muchos momentos juntos tanto encima de la bici como en otros aspectos relacionados con el medio.

Hubo una época en el cual lo medio dejo por otra lesión de espalda y los estudios, pero fue un ``hasta luego´´ relativamente corto, en el cual se recupero y volvió con más rabia que nunca.

En todos estos años ha sabido obtener un estilo propio encima de la bici que él hace inconfundible en su forma de montar, le daba igual el terreno, si era pedregoso, liso, resbaladizo, inclinado llano, húmedo, seco, él utilizaba toda su técnica definida para disfrutar en cada curva, salto, resquicio de un camino.

Días enteros soportandome mis lloriqueos por que no me gustaba la ruta por donde pedaleavamos juntos, días intentando enseñarme como tomar una curva, como tomar un salto, como bajar un tramo. Hasta que con el paso de los años le llego a la suela del zapato (nunca lograre hacer esos table tops tan finos ni con tanto estilo, como él los hace).

Cuando yo empecé a montar en bici de montaña no lo hacia en Madrid lo hacia en el pueblo en que pasaba los fines de semana, por entonces mi hermano ya hacia descenso de manera habitual y yo ni tenia la técnica ni la bici apropiada para ello.

Pero con el paso de los años, yo me traje a Madrid mi bici de montaña, cuando tenia tiempo tanto él como yo, salíamos juntos para que yo aprendiera y mejorara mi técnica, muchos días montábamos en un pinar cerca de casa o hacíamos alguna carrera improvisada en un parque cerca de casa. Muchos días haciendo calle con él intentando mejorar saltando escaleras, aprendiendo trucos nuevos de calle, inspirados quizá por los vídeos del momento que nos hacían sacar lo mejor de nosotros y lanzarnos al asfalto con nuestras bicis de monte.

Muchos días pedaleando junto para llegar a nuestro campillo ( circuitos de saltos de arena) para aprender y mejorar saltando. Muchas discusiones, caídas y malos momentos por que no me salían las cosas, mi orgullo herido se negaba a darle la razón a mi maestro en este deporte.

Hubo una época que dejamos de montar juntos, nuestros objetivos eran diferetes, el hacia unas disciplinas y yo otra, él tenia unas amistades diferentes a las mías y yo empezaba a conocer y montar con gente diferente, también la falta de tiempo por su parte hacia difícil que nos cuadraramos para poder salir juntos, pero unos años después volvimos a rodar juntos y me di cuenta del lo bonito que es poder hacer un mismo deporte con mi hermano.

Desde hace unos años, solemos salir a montar juntos, ya fuera, desde rodar por un parque liso a ir a un bike park a bajar como enfermos intentando cogernos en cada curva en cada zona difícil, solo importaba una cosa, pasarlo bien los dos juntos.

Muchos días que he montado con él en nuestro bike park favorito, han sido los mejores días de bici para mi y creo que para él.

Ha sido un buen maestro, un buen compañero de travesuras encima de la bici, un amigo, un hermano.

Es un tipo muy exigente con todo, alimentación, estado físico, mentalidad, actitudes, etc.

Ahora dice adiós, pero ya ha pasado por lesiones y malos momentos encima de la bici.

Hace años decidió comprar una bici especifica para saltar, así volvía a coger una de las disciplinas que había dejado durante unos años, dio igual, al mes de comenzar otra vez a saltar, ya estaba al mismo nivel que yo, parecía que no había dejado de saltar en un campillo durante años. Al cabo de unos meses la vendió, decía que ya no le motivaba como antes, que cabroncete, vio que se le daba igual de bien que hacia años y como que ya tenia más que claro que no iba a descubrí nada nuevo en esta disciplina lo dejo. Apareció unos meses dejo claro quien era y se marcho igual que había regresado, sin hacer ruido, como él se caracteriza.

En esto de la bici, bien temprano se nota cuando alguien sabe montar o no, con solo verle pedalear en la bici sabes si a quien estas viendo sabe o no sabe lo que se hace y él apareció así dando la imagen de quien no supiera lo que era un bici de campillo pero poco tardo en demostrar que era un autentico old school de la bici de campillo.

En estos últimos años, decidió que lo suyo era una vertiente de la bici de montaña la cual auna un poco de todas las disciplinas, es la disciplina más completa a día de hoy, el enduro.

En esta disciplina se tiene en cuenta el físico, largas horas de pedaleo por senderos o zonas encapadas para conseguir un objetivo, llegar arriba de la cima lo antes posible para así poder empezar a bajar lo más rapidamente posible.

Esta claro que él no iba a dejar que esta disciplina se le resistiera, consiguió ser un tipo endurero en toda regla subía dignamente, pero lo bueno venia cuando empezaba a bajar, en donde el mejor se defienda en inclinación negativa.

Era un placer verle bajar delante, estilo, fluidez, finura, lo tiene todo.

Tengo que tenerle agradecido mucho de lo que se en el mundo de la bici, ya no encima de ella, sino también a nivel teórico - tematico.

Hemos pasado muchas horas viendo vídeos, revistas especializadas, hablando de componentes, bicis, correrdores, sitios.

Solo hay una cosa que me ha quedado hacer con él, poder viajar a algún bike park fuera de España (Andorra, Francia, etc).

Bueno, se que él tiene ese sentimiento agridulce. Pero, yo todavía tengo la fuerza y las ganas que el me transmitió para poder montar por él y por mi.

Muchos de los días que monte también lo haré por él.

Seguiré sudando, sufriendo, disfrutando, limpiándome las heridas tanto por él como por mí.

Espero que esto no sea un adiós sino un hasta luego, miedo me da si regresa, pero si lo hace lo recibiré con los brazos abiertos.

Espero esta entrada os guste.