miércoles, 15 de junio de 2011

Veranito, veranito, mio


Bueno, esta semana hago una entrada dedicada a esa estación del año que espero con ansiedad.

Como todos sabéis, la mejor época del año para montar en bici es el verano.

A parte de que el tiempo es más favorable para la practica de actividades deportivas, por el tiempo (menos el ski), anochece más tarde, la temperatura es mejor, llevas menos ropa, tienes más ganas de salir a montar, disfrutas más que cuando esta todo mojado por la lluvia o directamente no se puede montar por la cantidad de nieve que cae.

Ya llegan los días largos encima de la bike, los viajes a Bikes Parks nacionales e internacionales, alguna que otra sesión campillera, hasta cuando se hace de noche e incluso algún día salir a pedalear tranquilamente por el monte, aunque esto ultimo me da más pereza. Cuando más salgo a pedalear es en invierno y otoño, es cuando dejo de lado las otras dos bicis y por tanto las otras dos disciplinas que practico dentro de mountain bike. Los circuitos de bicis para saltar suelen estar húmedos por la lluvia y no están en óptimas condiciones para poder saltar, bajar. Los senderos están perfectos para dar pedales y encima ver lo bonito que se pone el campo en esa época del año.

Pero eso si, cuando llega esta época del año soy carne de Bike Park y de campillo.

No me importa coger el coche y marcharme a 600 kilómetros de casa para pasar un fin de semana fuera de casa, montando con una de mis bicis disfrutando de sitios privilegiados y además tengo la gran suerte de poder contar con una cantidad de amigos en esos sitios que hacen si cabe más satisfactoria mi estancia.

Durante el año se me ve poco el pelo, no salgo casi por la noche, pero cuando llega el verano es como si no existiera, mis amigos de toda la vida, no me ven en meses hasta que llega el mes de Octubre, que se acaba la época de bike park, días largos soleados.

Llega la época del año, en la que mi estado de forma dentro de lo mala que es, se encuentra un poco más aceptable para aguantar los duros y divertidos días de bajadas largas, saltos, curvas peraltadas.

Si es cierto, sudo, maldigo por el calor, pero una cosa esta clara cuando cae la noche y me tumbo en la cama, recorre por mi cuerpo una sensación de tranquilidad a la vez que de satisfacción personas increíbles.

Llegan los días con los colegas, risas, piques sanos, disfrutar del campo durante largas horas, con la idea de que no se acaben por lo menos en ese momento y que durante muchos años más puede tener la gran suerte de seguir disfrutando de esta época como lo hago sobre una bici, da igual que bici sea.

Se que mucha gente no entenderá que planifique mis vacaciones sobre una bici, quizá debería irme unos días a la playa, con la familia, pero no seria lo mismo, no estoy diciendo que fuera peor, pero no lo viviría de la misma manera.

Soy un tipo de montaña, la playa solo la concibo para la fiesta y como no salgo en verano pues me da un poco igual, aunque en la montaña hay sitios de fiesta especialmente guapos donde pasar una buena noche con una buena compañía y también pasarlo en grande, pero eso si al día siguiente, viene una buena sesión de bici para redondear las vacaciones.

Espero os guste esta entrada. Un beso a todas y un abrazo a todos. Pasarlo bien esta vacaciones y sobre todos ser felices con lo que hacéis y como lo hacéis.

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