martes, 26 de octubre de 2010

Anecdotas 2


Esta semana por malo, me toca otra entrada más.

Bueno, os voy a contar otra de mis buenas anécdotas, una de esas que os hará llorar de la risa, no poder respirar,toser,gemir,despertar al imbécil de vuestro vecino e incluso en alguno de los casos que aparezca los amigos nunca invitados a las fiesta, la policía.

Hace ya unos 5 años, al poco de quedarme a vivir sólo, viví una de las noches menos agradecidas gastronómicamente hablando de toda mi vida.

La verdad sea dicha, creo que en toda mi vida solo he tenido pocos ``malos momentos´´ hablando de comida, alguno fue cuando me dieron a probar por primera vez los calamares en su tinta, el inhumano que los creo tenia que estar con satanás de fiesta porque, menudo apaño con la tinta y el calamar con lo buenos que están a la romana, si los romanos eran todos unos jefes, como yo, mirar mi nombre ``CÉSAR´´, (en el diccionario pone) Dícese del que es un jefe, todo poderoso,amo,guapo,fuerte,simpático,agradable,triunfador nocturno.

Si el que escribió el diccionario ese día estaba a tope, el amigo.

Como dice mi madre, ´´ Hijo te parece a Rafa Mora``, si mama en el blanco de los dientes porque en otra cosa no creo. Si mi madre, ``La jefa´´, dice que me parezco a ese tipo mediatico, dice que me parezco a él, porque, nadie le dice cosas bonitas que ya se las dice el todas, yo le digo a mi madre de ese tipo, que no he aprendido yo de él sino en todo caso él de mí.

Me desvió del relato principal. Como os contaba, andaba yo un día metido en casa ( un viernes de invierno) después de haber andado con la bici trasteando por el Pardo.

Pensé ¿qué podría hacerme para cenar?, abrí la nevera, sorpresa una pechuga de pollo me sonreía, allí en su precinto con fecha de caducidad, precio, empecé a salivar como los perros de Ivan Paulov (el que no sepa quien este tipo, que se meta en la wikipedia, que para algo está).

No tarde ni dos minutos en poner la sartén en el fuego, poner aceite y a freír dicha pechuga jugosa, se me hinchaban los ojos solo de verla con la piel doradita, sonaba el aceite penetrando por su piel. Para enriquecer, pensé, le voy a regar con un poquito de vinito blanco que tiene mi mama a buen recaudo en la nevera. Lo regué bien regado, mejor no quedarme corto. Lo tapé con una tapa de aluminio, me fui al salón, al cabo de dos minutos vi por el rabillo del ojo como la pechuga de pollo volaba sin piedad por mi cocina dejando a su marcha una estela de una mezcla de aceite y vino. Vamos, que al echar el vino y tapar la sartén, no dejar evaporar el alcohol, la pechuga decidió salir volando para liberar presión. Consecuencia, pechuga de pollo en el suelo de la cocina nueva, todo fregado de aceite y vino blanco, muebles,fuegos.

Me vi forzado a llamar a una gran empresa de pizza para poder matar mi hambre y darme un buena sesión de limpieza de cocina. La pechuga, en la basura.

1 comentario:

  1. El parecido con Rafa Mora no es otro que su simpatía y la tuya cuando estais en la fase, pero de otro parecido nada.
    Besitos

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