jueves, 22 de septiembre de 2011

Anecdotas


Bueno, este relato espero os sea divertido.

Que salgas a la puerta de casa a dejar la bolsa de basura, no cojas las llaves y te quedes en la escalera con el pantalón del pijama solamente no tiene precio. Si además os cuento que estaba con el estomago revuelto mucho peor.

Que salgas de cena, te dejes 20 euros en la cena, después salgas de fiesta otros 15 euros y sin tomarte la primera copa te tengas que ir porque tu estomago tiene su fiesta particular no tiene precio. Claro esta que esa noche me salio cara 35 euros que perdí en la taza del water en menos de dos horas después de la cena.

¿A quien no se le ha roto un pantalón montando en bici? si a eso le sumamos estar en medio de Madrid en pleno verano y que se te quede el calzoncillo como única prenda tan poco tiene desperdicio.

Que te rompan la cara, en pleno metro una tarde de verano y te dejen los anillos marcados en el moflete por no mirar a la novia de un simio celoso, tampoco se le puede decir que no a este tipo de anécdota.

Que le entres a una chica una noche de fiesta, más borracho que un piojo en un vaso de whisky, y al día siguiente ni te acuerdes de que había hasta foto certificando dicho hecho, tampoco tiene desperdicio. La foto mejor no ponerla por las criticas que pueda recibir, la foto salio algo jodida.

Que llegues a un hotel puticlub y las chicas te digan ¿paquirrin otra vez aquí? sin haber pisado antes ese establecimiento, es complicado y una larga noche o historia.

Que salgas de fiesta con mas de 18 años, te paren en una puerta de una discoteca entrando el ultimo de un grupo de menores y te pidan el carnet, luego el carnet de estudiante, luego el abono transportes, te digan si tienes carnet de conducir, te hagan firmar en un papel para comprobar la veracidad de la firma, te digan que si en una foto sales con gafas y pelo largo, en otra con pelo corto y sin gafas, en otra con la cabeza afeitada y delgado. Salgan tus colegas a buscarte (todos menores menos yo, por eso fui el ultimo en querer pasar). Y cuando les digas que has robado la cartera a un tío en el metro (vacilandoles, claro) te devuelvan todo y te digan adelante, mires a tus colegas y les digas, ahora como que ya no me apetece esta garito vamos a otro que no me den tantos problemas, también es buena anécdota.

Que entres en un centro comercial y desde que entras hasta que sales te siga un chaqueta roja pensando que vas a robar, vea como pagas, le saludes, te acompañe a la puerta y cuando estas fuera te llame la atención y te deje en evidencia delante de todo el mundo, vecinos incluido, te llame ladrón en tu cara, le enseñes todo y le digas pero si te he saludado y todo has visto como pagaba todo con tarjeta y ahora en medio de la calle me la lías. Palabras textuales, tu eres imbécil chaqueta roja.

Se marcho y le tuve que ir a buscar para que se disculpara, llamar a su jefe y ponerle a pear de un burro por no saber hacer su trabajo, tampoco tiene desperdicio.

Decir, que tía más buena y tu colega decirte es mi novia o mi hermana, es la ostia hasta que ves la cara que pone como diciendo, cabrón no la mires con la mirada sucia.

Salir de fiesta, irte a las 3 y tener que llamar una hora despues de un coelga porque no encuentras tu coche, tener que irte a buscar y tener el coche a un minuto de donde estabas, salir del pueblo en el que andasa de fiesta y tarde otra hora para salir de él, tampoco tiene desperdicio. Noche perdido en Alcala de Henares.

Ir al Aeropuerto de tu ciudad, aparcar y no acordate de que planta ni que parking esta tu coche y tener que recorrerte 4 edificios de 4 plantas cada edificio, tarde una hora y media en encontrarlo, tambien es una de las buenas anecdotas

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Abuelo Luis


Bueno, después de dos meses, regreso, espero que sea por mucho tiempo.

Como habéis podido ver, he estado durante dos meses sin dar señales de vida, por el blog.

Ha sido un verano algo raro la verdad.



Si, abuelo Luis, así se llama esta nueva entrada. Falleció hace ya 20 años, más o menos. Yo le conocí poco (tenia 8 años cuando nos dejo).

Es el padre de mi madre y de 10 hijos más.

Aunque ya no este entre nosotros, fue una persona que sigue siendo muy querida y admirada.

Se poco de él, aunque por lo poco que sé de él, son todo cosas buenas.

Fue una persona que siempre lucho por lo que quería y por sacar adelante a su mujer y sus hijos e hijas.

Yo le recuerdo, como una persona trabajadora, responsable, serio. Cuando digo serio no digo frió ni seco. Dejó en cada uno de sus hijos muy bien aprendido lo que son hoy día, personas responsables con una serie de valores, acordes a sus obligaciones.

Fue una persona que, llego a tener un pequeño imperio nacional con la distribución de bebidas (cerveza,vinos,zumos, refrescos,etc). Todavía recuerdo cuando mis hermanos, mi madre y yo le íbamos a visitar los fines de semana a la nave que tenia en Coslada. Una nave inmensa llena de camiones y de pallets llenos de botes de bebidas.

Todavía me acuerdo de que cada vez que iba, la de pegatinas que me regalaba para que luego yo las pusiera en el mueble de mi habitación.

Pegatinas de muchas marcas de bebidas. También recuerdo, cuando yo estaba enfermo de cancer y pasaba algunos días en casa de mi abuela, que el llegaba siempre cuando yo estaba acostado durmiendo la siesta.

Era una persona muy querida por toda la gente que le rodeaba y por gente influyente, ya no solo del sector hostelero sino también político y empresarial.

Dejo un pequeño legado del cual un de mis tíos supo sacarle partido y vivir de ello hoy día.

Se le conocía por ser una persona humilde, buena, honrada, trabajadora. Mi abuela en ocasiones me cuenta lo bueno que era, lo bien que intentaba tratar a la gente y lo mal que algunos se portaron con él.

Le recuerdo como el abuelo que perdí siendo muy pequeño el cual no pude conocer como me habría gustado, me habría gustado conocerle y que me hubiera criado con él un poco más seguro que me llevaría genial. Creo que en algunos aspectos de mi vida intento imitarle, para bien.

Bueno, esta es una corta pero bonita historia de una persona que estuvo poco tiempo a mi lado pero el cual me dejo una gran marca.