jueves, 24 de febrero de 2011

ELVIRITA




Esta semana, dedico este relato, a una de las personas que durante muchos años de su vida los dedico a su familia.

Por desgracia, voy a escribir un tipo de relato que cada vez que tengo que hacerlo, no me gusta nada.

La semana pasada el día dieciséis de Febrero, falleció Elvirita.

Era la La prima de mi abuelo Luis, el padre de mi madre (que lió). Para mi era mi tía-abuela por parte de mi madre.

Elvirita así la conocíamos todos, mis tíos (diez) y todos mis primos (creo que 35). Elvirita, en su juventud creo recordar que me contaron, trabajo en una tienda de juguetes, al cabo de los años paso a ayudar a mi abuela en las labores de la casa y a cuidar de mis tíos más pequeños.

Era una mujer, por lo que se solo mantuvo un noviazgo algo pasajero con una señor que se fue a la guerra, durante un tiempo se cartearon, pero como muchos otros desaparecieron.

Elvirita, por lo que se, no tuvo ninguna otra relación que yo conozca. Dedico muchos de sus años a cuidar tanto a mis tíos como a mis primos y a mi.

Durante años he visto muchos fines de semana, como algunos de mis primos se quedaban dormidos en sus piernas delgadas, yo mismo lo hice en alguna ocasión, he visto como bajaba diariamente a la calle ha hacer la compra, pasaba el aspirador de casa de mi abuela que precisamente no es muy pequeña, planchar, fregar, poner y quitar la mesa, etc.

Estoy hablando de una mujer que nos dejo a sus 98 años, durante muchos años toda la familia bromeaba con el año de nacimiento de Elvirita, era un secreto, muy bien guardado, no dejaba el carnet a nadie, ni decía la edad que tenia, pero un día un sobrino-nieto suyo, algo astuto (osea se yo), consiguió hacerse con su carnet, descubrió que la fecha de nacimiento de Elvirita era el 26 de Enero de 1913.

Era una persona, que en su ultima etapa de la vida, no la vivió precisamente como ella habría querido vivir, eso seguro, yo la recuerdo como una persona alegre, risueña, algo callada, divertida cada vez que se pronunciaba, era quien le daba caña a mi querida abuela.

Desde que mi abuelo Luis, falleció, fue quien hacia compañía a mi abuela, bueno, mejor dicho se hacían compañía mutua, no os penséis que estaban solas, con once hijos y treinta y tantos nietos, solas no han estado nunca. Siempre que visito a mi abuela, me encuentro con algún primo, algún tío/tía.

Tanto mi abuela como Elvirita, siempre han estado atentos de que no nos faltara de nada, han intentado sacarnos la sonrisa, hablar con nosotros, se han preocupado de que fuéramos felices siempre que visitáramos la casa en la que ellas dos vivían.

Elvirita, para mi era mi tía-abuela.

Siempre la recordare, en este ultimo año y medio he tenido la mala suerte de ver como gente cercana a mi nos dejaba.

Se que es una idea egoísta, aunque tengo 28 años, se me hace difícil cuando alguien nos deja, sigo siendo un niño en alguno de los aspectos de la vida.

Hay gente a mi lado, que tiene la visión de que quien nos deja, es porque ya es muy mayor, su cuerpo ya no da más de si, es verdad, pero el vació que dejan es la ostia de grande.

En este año y medio, mi abuela (yaya) nos dejo después de pasar los últimos años de su vida sin poder hablar, sin poder, razonar, sin poder reconocernos. Todavía me acuerdo del ultimo día que la vi, junto a uno de mis primos, en la residencia, me eche a llorar al ver como estaba ella. No soy un tipo duro, me vengo a bajo con ciertas cosas, más con cosas como esta.

Gerardo, el marido de mi madre, vi como un cancer podía con él, por desgracia se fue muy pronto, también le vi tiempo antes de que se fuera, allí andaba en casa como sino pasara nada, el con su afán de salir adelante, con muchos planes por cumplir, con muchos años viéndose junto a la persona a la que quería, mía madre.

Elvirita, noventa y ocho primaveras, hasta hace cuatro años (se rompió la cadera) se reía de la vida, no creo que yo llegue a esas edad, si llego, no creo que llegue como llego ella por lo menos hasta los noventa y cuatro.

Si dentro de setenta años sigo vivo, seguiré escribiendo aquí seguro, eso si no se en vez de escribir con mis manos, habrá algún programa que lo haga por mi y yo solo tenga que pensar lo que escribir, este programa me lea la mente.

Bueno, ahora toca Elvirita pero me acuerdo de todos los que se han marchado y solo decir una vez mas descanse en paz.

1 comentario: